Qué es la ergonomía y cómo puede cambiar tu vida.

Según la Asociación Española de Ergonomía, la ergonomía es el conjunto de conocimientos de carácter multidisciplinar aplicados para la adecuación de los productos, sistemas y entornos artificiales a las necesidades, limitaciones y características de sus usuarios, optimizando la eficacia, seguridad y bienestar.

Es decir, la ergonomía es el conjunto de conocimientos científicos que se ocupan de que los elementos y puestos de trabajo se adapten a los individuos, garantizando de esta forma su salud, eficacia y bienestar.

Ergonomía es el conjunto de conocimientos científicos que se ocupan de que los elementos y puestos de trabajo se adapten a los individuos, garantizando de esta forma su salud, eficacia y bienestar

Objetivos de la ergonomía

El objetivo general de la ergonomía es mejorar la calidad de vida de las personas.

Sus principales objetivos son:

  • Mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, disminuyendo los riesgos laborales.
  • Conseguir que el puesto de trabajo se adapte al usuario, evitando de esta forma hacer que el usuario se deba adaptar al puesto de trabajo.
  • Alcanzar unas condiciones laborales que cuiden la salud y seguridad de los individuos a través del confort, satisfacción y eficacia.
  • Obtener una perfecta relación entre la tecnología y los trabajadores.
  • Aumentar la adquisición de productos ergonómicos en los puestos de trabajo.
  • Incrementar el bienestar, motivación y satisfacción en el puesto de trabajo.

Aplicaciones de la ergonomía

A pesar de que estamos hablando todo el rato de la ergonomía en el puesto de trabajo, éste no es el único lugar en el que se puede aplicar, aunque sí que es el más utilizado y relevante. También se emplea en el diseño y elaboración de productos y bienes de consumo.

Por otro lado, también se usa los conocimientos de esta ciencia para la adecuación de los instrumentos y ambientes de trabajo o para evaluar y prevenir de posibles problemas, como son los relacionados con la salud.

Tipos de ergonomía

Hay distintos tipos de ergonomía según el punto de vista desde el que estudian las distintas relaciones de las personas con los elementos de los lugares en los que operan (trabajo, colegio, hogar…)

Algunos de los tipos más relevantes son:

Ergonomía física

Esta ergonomía valora diversos aspectos como posturas de trabajo, el material de trabajo, los espacios, el manejo manual de materiales, movimientos repetitivos, entre otros. Con el fin de evitar problemas físicos, facilitar el desarrollo de las actividades, enfocando la mayor parte de su esfuerzo en el factor fisiológico y mecánico.

Ergonomía cognitiva

Este tipo está relacionada con la adecuación del puesto de trabajo o elementos a las capacidades y necesidades psicológicas del trabajador.

Por lo tanto, considera factores como la gestión del estrés, la carga de trabajo, el impacto emocional de algunos puestos, el proceso de tomas de decisiones, el desarrollo de programas de capacitación, la interacción entre los productos y las capacidades cognitivas del individuo.

Ergonomía organizacional

Se centra en la relación entre sujeto-institución, analizando la los factores psicosociales, la gestión de recursos humanos, el diseño de las actividades, la gestión de las jornadas laborales así como los turnos, la comunicación interna de la empresa, la calidad en el desarrollo de los proceso, entre otros elementos.

Ergonomía ambiental

Dedicada a la evaluación de las condiciones físicas que rodean a las personas, valorando elementos que tienen que ver con la realización de su trabajo, tales como el ruido, la iluminación o la temperatura.

El empleo de estos conocimientos ayudan a evaluar y diseñar los puestos de trabajo, buscando mejorar la seguridad, bienestar y productividad en el trabajo.

Ergonomía preventiva

Su principal actividad es estudiar y analizar las condiciones que garantizan la seguridad, bienestar y salud de los trabajadores

Ergonomía temporal

Estudia los tiempos de trabajo, descansos, tiempos de reposo, duración de la jornada laboral, turnos, horarios, con el fin de buscar optimizar la mecanización del trabajo, evitando así la fatiga tanto física como mental de los trabajadores.

Consecuencias de una mala ergonomía

Los problemas más frecuentes que sufren los trabajadores son los dolores y molestias en la espalda, el cuello y las extremidades, lo que es conocido como “trastornos musculoesqueléticos (TME)”. Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo el 25% de los trabajadores sufren dolores de espalda y el 23% tiene dolores musculares, por lo tanto, es el problema de salud laboral más común en Europa. Además, destaca que entre un 60 y un 90 por ciento de la población sufrirá dolor de espalda en algún momento de su vida a consecuencia de su puesto de trabajo.

Algunas de las dolencias más comunes son debido a una mala postura en el puesto de trabajo. Por todo esto, sería importante que las empresas llevarán a cabo medidas que ayuden a resolver estos problemas.

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Silla de trabajo

Debe facilitar el libre movimiento permitiendo alcanzar todas las herramientas necesarias a la hora de realizar las tareas. Además es importante que sea regulable permitiendo adaptarse a la altura de la mesa de trabajo y al individuo.

Por otro lado, no son recomendables las sillas que son excesivamente blandas, debiendo tener el borde delantero ligeramente curvado evitando compresiones debajo de los muslos y rodillas y con la pelvis ligeramente inclinada, permitiendo que la parte inferior de la espalda permanezca en su curvatura normal, lo que descarga tendones y musculatura.

Un ejemplo sería nuestra silla dinámica, la cual facilita la ergonomía en todas esas personas que pasan mucho tipo de pie en su puesto de trabajo. Esta silla se adapta al tamaño del usuario el cual adopta automáticamente una postura saludable en todo momento. Permite inclinarse hacia delante, de modo que se puede llegar fácilmente a la zona que hay que trabajar. El usuario puede girar en todas las direcciones e inclinarse al mismo tiempo.

Con la Silla Dinámica se puede pasear por el espacio de trabajo sin usar las manos. Además de esta total movilidad, el usuario tiene siempre una posición estable para el procesamiento o manejo preciso de los objetos. Es segura: no se puede inclinar hacia atrás. El usuario puede alternar con facilidad estar de pie, sentado o apoyado.

Mesa de trabajo

En la actualidad hay una gran variedad de formas de trabajar, por lo que el mobiliario se debe adaptar a los usuarios. Por este motivo se debería utilizar mesas altas o bajas según las tareas que realiza el trabajador. Sin embargo, la altura de estas no debe ser la estándar sino que se debe ajustar a cada uno.

La altura es muy importante, si está muy alta hará que se tenga que levantar la espalda y, por tanto, provocará dolor de omoplatos y si está demasiado baja la espalda se doblará causando dolores en los músculos de la espalda.

Trabajar sentado

Según el trabajo que se realice la posición de la mesa variará. Si el trabajo es de oficina, la altura de la mesa debe de estar aproximadamente a la altura de los codos del trabajador. Cuando se utiliza un teclado, la altura en la que actúan los codos debería estar al nivel de los codos o ligeramente por debajo.

Cuando se aplica fuerza hacia abajo, la altura debería ser un poco inferior al nivel de los codos.

En los trabajos de precisión, el objeto puede localizarse un poco más arriba que los codos, facilitando de esta manera ver mejor los detalles. En este caso se debería disponer de un apoyabrazos.

Trabajar de pie

La mesa debe adaptarse a la altura del trabajador. La pantalla del ordenador debe de estar a al altura de la línea de visión del trabajador, lo ideal es que la mesa esté al nivel del codo, lo que le permitirá apoyar el brazo cómodamente sobre la superficie.

Espacio de trabajo

El espacio de trabajo debe de tener una amplitud adecuada que permita el libre movimiento del trabajador. Lo recomendable es que detrás de la mesa queden unos 155 centímetros, esto facilitará moverse fácilmente con la silla y cambiar la postura.

Por otro lado, cuando estas condiciones no se cumplen, se suele sufrir problemas musculoesqueléticos.

Iluminación

Los puesto de trabajo deben de colocarse paralelos a las fuentes naturales de luz como son las ventanas, de esta forma se evitan los deslumbramientos.

Las ventanas y otras entradas naturales de luz, deberán disponer de cortinas o persianas que permitan atenuar la luz que entra al puesto de trabajo.

Posición herramientas de trabajo

Existe una gran variedad de herramientas con las que se suele estar en contacto constante en el puesto de trabajo, por lo que se debe de controlar la posición en la que se encuentran para evitar de esta manera posibles dolencias posteriores.

La pantalla se debe localizar por debajo del eje visual horizontal y a una distancia de menos de un brazo. De esta forma, la postura corporal será correcta y disminuimos la posibilidad de dolores de hombros y nuca.

El teclado y ratón deben de estar alineados con los codos. Esto permite que no se cargue siempre un lado del cuerpo, y de esta forma se evitan agarrotamientos y tensiones musculares en hombros, espalda y nuca.

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